Olvídense de La Ley de la Atracción: no existe

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A raíz del librito que regalamos, “Visualización Creativa, una herramienta para conseguirlo todo” nos han llegado muchas preguntas a nuestro correo, y casi todas giran alrededor de dos temas: a) están desorientados porque no encuentran la ligazón entre la Ley de la Atracción y la Visualización; b) piensan y repiensan en algo deseado pero no ven resultados en cuanto a obtenerlo. El librito pueden bajarlo en: https://4grandesverdades.wordpress.com/visualizacion-creativa/

Vamos por partes…

La llamada LEY DE LA ATRACCIÓN no existe como tal, así es que limpien su mente y olvídense de ella. Simplemente no existe. Fue un libro best seller escrito por Rhonda Byrne en 2006 y ha vendido millones de copias haciendo millonaria a su autora. Todo el llamado SECRETO se basa en un poder casi milagroso atribuido a los pensamientos positivos, lo que no tiene nada de extraño porque una persona positiva siempre, y enfatizo siempre, alcanzará niveles superiores de bienestar y serenidad, los que a su vez le traerán resultados positivos en todo lo que emprenda; para eso no se necesita de ningún secreto, basta con ser positivos. Esa es la razón por la cual ha tenido tantos comentarios y testimonios de efectividad. Es que ser positivos en la vida reditúa, da ganancias; eso no lo discute nadie. A partir de el secreto (2006) la Sra. Byrne lanzó su libro el poder (2010), y luego la magia (2012); toda una industria muy rentable por cierto, siguiendo el mismo modelo de negocios de El Aquí y Ahora de Eckhart Tolle.

La llamada LEY DE LA ATRACCIÓN no es más que la referencia comercial de una ley natural llamada VISUALIZACIÓN CREATIVA, que tiene antecedentes históricos basados en las prácticas y creencias ancestrales de los pueblos de la antigüedad. Está demostrado, y se sigue investigando, que esas prácticas y creencias eran verdaderas tecnologías utilizadas por esos pueblos en una etapa temprana en la que el ser humano confiaba y se apoyaba en el poder de su mente para lograr adaptarse a su entorno y hacer que éste le fuera más amigable. Una de esas tecnologías fue la ORACIÓN (Gregg Braden, La Ciencia de los milagros y otros excelentes textos), otra fue La VISUALIZACIÓN CREATIVA.

¿En qué consiste dicha VISUALIZACIÓN? En crear las condiciones de lo deseado y hacer que estas condiciones se den efectivamente, pero en nuestra mente y antes de actuar sobre el mundo para que lo deseado suceda. El énfasis se pone en el verbo “crear”. No es sinónimo de pensar o imaginar, es crear, hacer que las cosas sucedan en la mente, examinando todas las exigencias, condiciones, detalles operativos, todo lo referente a la acción necesaria para obtener lo deseado. Un campeón de carreras de vallas no “piensa” en que va a ganar ni lo “imagina”; lo que él hace en su mente es CORRER LA CARRERA DE VALLAS Y GANARLA antes de que den el pitazo de partida. Visualiza el cómo se va a inclinar en la línea, cómo va a colocar sus pies y sus manos, en cómo va a concentrarse con todos sus músculos en tensión esperando el pitazo, en cómo irá colocando cada pie en la carrera, en cómo la respiración va a acompañar el esfuerzo, y también en cómo irán reaccionando sus adversarios y en la velocidad del viento y en la intensidad del sol. El campeón GANA su carrera antes de que comience a correr; esa es su ventaja competitiva, el trabajo mental. Ese es el proceso de VISUALIZACIÓN CREATIVA.

Esa diferencia, entre el pensar o imaginar y el crear, es la causa de las quejas en cuanto a resultados esperados versus obtenidos. Las personas que se quedan en el pensar razonan desde la óptica de que todo lo bueno viene de alguna instancia exterior, llámese Dios o una supuesta ley que debe cumplirse a su sola invocación. No es así. En la visualización creativa no existe ni Dios ni nadie más que las leyes naturales del universo. No hay nada de brujería ni de misticismo; lo que existe es neurobiología.

En efecto, cuando una persona “crea” lo deseado en su mente, lo que está haciendo es generar redes neuronales relacionadas a lo deseado. Es decir, está tejiendo toda un red con todo lo necesario que hay que considerar y hay que hacer para lograrlo, desde la posición del pie hasta la velocidad del viento. Esas redes neuronales son las que van a emitir las instrucciones respectivas a los órganos encargados de llevar adelante la acción. Si se comprende esto, se comprende su desenlace: si la red neuronal está bien construida, la instrucción estará bien dada, y la acción bien ejecutada. Por lo tanto, el resultado contendrá una altísima probabilidad de éxito.

Recuerde: nada sucede en la realidad si su mente no lo crea primero. No existen leyes externas de nombres rimbombantes y exóticos como Ley de la Atracción; lo único que existe es la capacidad para crear redes neuronales y hacerlas trabajar.

Carlos M. Duarte M., Ing. Comercial (UdeC, Chile), Director ZAZENco Consulting srl

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